viernes, 22 de junio de 2012

Buscando el valle

Había una vez un valle en el que vivían un gran diplodocus llamado Top y un triceratops muy simpático, primo suyo, que se llamaba Tedy.

Vivían en un gran valle en el que había mucha comida y las hojas tenían distintos sabores. Un día, jugando, se alejaron de su hogar y se perdieron. Intentaron encontrar el camino de vuelta pero se toparon con un mono llamado Ton.
-¡Hola!- dijo tímido el mono.
-¡Hola! ¿Cómo te llamas?
-Me llamo Ton, el mono más ágil de la jungla. – respondió el mono.- ¿Qué hacéis aquí?
-Nos hemos perdido y no sabemos por dónde volver a casa.
-¿Estáis buscando el valle de las hojas sabrosas?
-Sí, ese mismo- contestaron ellos.
-Yo sé por dónde hay que ir para llegar a ese valle, os llevaré hasta él.

                                

Pero el mono, que era muy veloz y ágil, les adelantó rápidamente y en pocos minutos lo perdieron de vista.
-¡Ton! ¡Tooon! ¿Dónde estás?
Silencio absoluto. Empezaron a buscar bajo los árboles, entre las ramas más altas, y ¡hasta se aseguraron de que no estaba en medio de las flores! Estaban a punto de rendirse cuando oyeron la voz del mono a lo lejos. El ruido venía detrás de unos arbustos y al traspasarlos encontraron al mono comiendo plátanos junto a un gran árbol de hojas sabrosas.
-Aquí está el valle- dijo el mono- siento haberos adelantado-añadió.
Y desde entonces Top, Tedy y Ton se reúnen bajo los árboles a merendar hojas sabrosas.

Colorín, colorado este cuento se ha acabado, quien no se levante se queda pegado, porque en su silla Tedy se ha sentado.