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“Prisionera”
Encerrada en la
soledad
atrapada por el
aburrimiento,
cual pájaro en su
jaula,
prisionera del
pensamiento.
Oculta tras un
cristal
sin saber qué
hacer
ni qué mirar,
me gustaría
saltar
por la ventana
y echar a volar.
En el azul del
cielo,
un lindo
pajarillo
cruza el prado
volando,
siguiendo su
camino.
Mi canario lo
mira
envidioso y
entristecido,
en la soledad de
su casa;
rejas de oro y
sin amigos.
Yo, compadecida,
abro la ventana,
y también su
jaulita,
su puertecita
dorada.
Y mi pequeño
canario
me dio dos
picotazos,
muy alegre y
contento,
y se marchó
volando.
Lo veo alejarse
en la inmensidad
del cielo
hasta que solo es
un punto,
un puntito, que
casi no veo.
Suspiro feliz,
porque el suave
viento
además de mi
pajarillo
se lleva mis
malos pensamientos,
que dan vueltas
en el aire
tristes y descontentos,
para dejarme a mí
llena de nuevos
sueños.