sábado, 7 de febrero de 2015

La historia de Blanca Capítulo 1




5-10-13
Esta  historia  fue  inspirada  en  un  gran  tesoro  que   se  encontró  hace  mucho   tiempo (exactamente  el  viernes pasado).Un tesoro  que  era  el más bonito jamás descubierto en el mundo: un  tesoro  lleno  de  recuerdos, anécdotas  y  poesías  que  a mí  y  mis compañeros  nos  asombraron  con su belleza. De  hecho, a mí me impresionó  tanto  que  he elegido una letra  de  máquina de escribir. Incluso  he  escrito  una  historia  relacionada con lo que nos  dijeron aquellos  ancianos  de  su  infancia  y   juventud.
   Pero  ya  es  hora  de  que  se  cuente  el  cuento  por  donde empiezan todas las historias,  con las  palabras erase  una vez  al principio  y  un colorín  colorado al final.      



Capitulo 1: No quiero ir al cole

Erase  una vez  una  niña de  12  años recién cumplidos, alta y delgada, de cabello  castaño  y  ojos verdes. Era  muy  inteligente,  pero  también  orgullosa y caprichosa. Además no le gustaba estudiar.  Resulta que esa niña soy yo. Me llamo Blanca, aunque  mi madre  suele  llamarme  Blanquita.


Una mañana de septiembre  mi  madre  me  despertó muy  temprano  y  me  recordó  que ese  día empezaba  el cole.  Yo ni me acordaba, el verano se me había pasado muy  rápido, pero tampoco  me importaba, porque  había estado pensando y  había  decidido no ir más al cole.


- Pero... - intentó responder cautelosamente ella, ya que sabía que yo puedo  llegar a ser muy irritante  y  testaruda si me lo propongo.


Yo me negué rotundamente  y me vestí, no para  ir  al  cole, sino  para  darme  una vuelta por  el  barrio, mientras que mi madre estaba ahí hipnotizada sin saber que decir. Mucha gente se asustaría al verla  así,  pero  yo  la conocía  muy  bien  y  sabía que  le pasaba  muchas  veces cuando  estaba  muy preocupada  y  no  sabía  qué  hacer,  y se  quedaba  embobada  mirando  al  infinito. Y  tú te podías  ir  tranquilamente, que ella no enteraba.

Me  hice  un bocadillo que metí en mi  mochila  de  la escuela, porque  ya no  la iba  a usar  para ir allí y me largué.  Debía de ser muy temprano,  porque al bajar las escaleras  del tercer  piso, que es el mío,  al portal  no vi a mis vecinos peleándose.  Eso es muy raro, porque  mis  vecinos  se pelean todos los  días  por  la  mañana,  ya  sea  porque  el  perro  del señor del primero esta  ladrando  o  porque  las   hijas   de la joven  del segundo están saltando a la comba y el ruido  se  escucha  por  todo  el  edificio.  O  el del  cuarto,  que siempre discute con  la señora  de la limpieza,  o  puede que  simplemente se peleen por la cáscara de  un  huevo.  Pero el  caso es que  nunca  paran. 


-¡YO  LIMPIO PERFECTAMENTE, ES USTED  EL QUE LO DEJA TODO SUCIO NADA MÁS ENTRAR!
- ¿ME ESTÁ LLAMANDO USTED COCHINO?
Esto suele ser  entre  las siete   y  media  y las ocho,  así que o  bien  los habían raptado  a  todos por armar  tanto  jaleo  o  todavía  estaban  durmiendo. No  sé   por  qué  pero me daba  en la nariz que más bien era la segunda opción.


Y yo seguí  por  mi  camino  hasta la puerta del edificio.

Continuará...



   

1 comentario:

  1. Muy bueno, curiosa historia. Te quedas pensando en el Tesoro, ¿Qué es el Tesoro?

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