jueves, 21 de enero de 2016
El hombre cruel
Cómo dormía por las noches, sobre un lecho de dolor y crueldad, no lo lograba entender. Cómo descansaba bajo ese manto de almas piadosas que, esclavas de confianza, le tendían la mano al que era posiblemente la encarnación del mismísimo diablo. Cómo le era imposible cargar con la responsabilidad del poder si era capaz de soportar el peso de todas las lágrimas y los lamentos que nunca supo escuchar. Sus manos se encontraban impunes y libres, mas su alma estaba manchada de sangre ajena y encarcelada entre las cadenas de su orgullo. Y aunque en sus impenetrables ojos resplandecía la tímida chispa de brillo que solo la locura era capaz de provocar, en su pálido corazón seguía palpitando la cordura. Cordura fría e impasible, apenas percibía el sufrimiento que causaba, los cuales su atrevida mentalidad osaba calificar como daños menores, pues cuanto más dolor residía a su alrededor, más dichoso se sentía él admirando su obra. Y así era cómo dormía. Sin remordimiento alguno y con la conciencia tranquila, sabiendo que nadie perdonaría sus acciones ni le amaría nunca, pero sabiendo también que nadie estaría en su contra, porque el miedo gana al odio. Y no es que allí todos le respetaran; era que le temían.
miércoles, 3 de junio de 2015
La playa
Eras aquella brisa
Las olas impulsadas por el viento
Eras aquella playa
Mi último buen recuerdo
Las olas impulsadas por el viento
Eras aquella playa
Mi último buen recuerdo
Perdón, nuestro,
Porque allí estuvimos
Alegres, riendo,
Mientras tú tejías
Una trenza en tu cabello
Y el agua acariciabas
Con tus dedos coquetos
Al estar allí contigo
Fui feliz por un momento
Porque allí estuvimos
Alegres, riendo,
Mientras tú tejías
Una trenza en tu cabello
Y el agua acariciabas
Con tus dedos coquetos
Al estar allí contigo
Fui feliz por un momento
No nos volvimos a ver
Quizá fuese el destino
Nunca lo sabré
Quizá fuese el destino
Nunca lo sabré
Cuando aquella playa
Vuelvo a visitar
A la noche sueño contigo
Y no quisiera despertar.
Vuelvo a visitar
A la noche sueño contigo
Y no quisiera despertar.
Me duermo,
Me duermo y sueño
Con tus verdes ojos,
Tu sonrisa tierna
Y tu pelo a merced del viento
Me duermo y sueño
Con tus verdes ojos,
Tu sonrisa tierna
Y tu pelo a merced del viento
martes, 2 de junio de 2015
Papel en blanco
Un papel
Un papel en blanco
Cono invento sin inventar
Pronto será olvidado.
Cono invento sin inventar
Pronto será olvidado.
Este papel pasaría
A tener un gran valor
Si lo llenara de palabras
Un gran escritor
A tener un gran valor
Si lo llenara de palabras
Un gran escritor
¿Estaré yo a la altura
De este papel en blanco?
¿Tendré lo necesario
Para que sea aclamado?
De este papel en blanco?
¿Tendré lo necesario
Para que sea aclamado?
Pero si lo intento
Lo intento y luego fracaso...
Cómo excusarme ante el papel
Por la oportunidad de la que le he privado
Lo intento y luego fracaso...
Cómo excusarme ante el papel
Por la oportunidad de la que le he privado
La oportunidad de acabar en otras manos,
Con otras palabras escritas,
Con otra firma debajo.
Con otras palabras escritas,
Con otra firma debajo.
El papel he acabado.
Al final amigo mío
Has acabado en buenas manos.
lunes, 1 de junio de 2015
Oda a las rosas
Rosas.
Rosas, rosas, rosas.
¿No sería la vida hermosa
Si estuviera plagada de rosas?
¿No sería la vida hermosa
Si estuviera plagada de rosas?
¿No sería el mundo bello
Si nobles y plebeyos
Apreciaran las rosas
Más que a las estrellas
O a las blancas mariposas?
Si nobles y plebeyos
Apreciaran las rosas
Más que a las estrellas
O a las blancas mariposas?
Qué triste estaría el campo
Si las rosas en primavera
De la tierra no florecieran
Si las rosas en primavera
De la tierra no florecieran
Cuantas lágrimas
Derramarían las nubes
Al ver que no se tiñó
El prado de rojo pasión
Derramarían las nubes
Al ver que no se tiñó
El prado de rojo pasión
Que gris se pondría el cielo
Si de las rosas al nacer
Sus pétalos cayeran
Y se echaran a perder.
Como gotas de cristal
Se fueran a romper.
Si de las rosas al nacer
Sus pétalos cayeran
Y se echaran a perder.
Como gotas de cristal
Se fueran a romper.
Rosas.
¿No sería la vida bella
Si estuviera plagada de rosas?
No lo sería. Porque entonces...
¿Qué pasaría con los claveles
Y las simples amapolas?
¿No sería la vida bella
Si estuviera plagada de rosas?
No lo sería. Porque entonces...
¿Qué pasaría con los claveles
Y las simples amapolas?
Es la realidad.
Muy a mi pesar
Intento pensar en otra cosa
Pero aun así me acuerdo de las rosas.
¡Oh rosas! Rosas, rosas, rosas...
Muy a mi pesar
Intento pensar en otra cosa
Pero aun así me acuerdo de las rosas.
¡Oh rosas! Rosas, rosas, rosas...
domingo, 31 de mayo de 2015
Oda a la libertad
Yo te admiro
Y respeto
Tu trabajo único
Por el mundo entero.
Yo te envidio
Vas surcando los cielos
Llegas al infinito y sigues
Más allá de donde alcanza el pensamiento
Las palabras no tienen sentido
Si tú no eres su significado
Todas tienen un poco de ti dentro
Ya sea en su presente o en su pasado
Alcanzas los horizontes y
Juegas con las estrellas
De ti nadie nunca sabe
Pero todos
siempre te desean.
El ansia de tu alegría
No tiene comparación
Tú fuiste creada
Para llenar el planeta de amor.
No eres pájaro pero vuelas
No eres oro pero eres escasa
No eres ni libro ni carta
Pero tu voz al mundo
Da vida con palabras.
Eres libre como el viento
Eres libre como el mar
Ya te habrás dado cuenta
De que eres la libertad.
sábado, 30 de mayo de 2015
Oda a las letras
Sin ellas estamos incompletos
Falta una parte nuestra
Las echaremos de menos
A todas y cada una de las letras.
Falta una parte nuestra
Las echaremos de menos
A todas y cada una de las letras.
Algún día se irán
Y no dejara rastro
No podremos hablar
Ni de peces ni de astros.
Y no dejara rastro
No podremos hablar
Ni de peces ni de astros.
Sin palabras...
Quiénes somos los humanos
No todo se dice con una mirada
Las letras, las necesitamos.
Quiénes somos los humanos
No todo se dice con una mirada
Las letras, las necesitamos.
Los sentimientos de que sirven
Si no podemos expresarlos
Sin letras son solo pensamientos sin vida
Hagamos lo que hagamos.
Si no podemos expresarlos
Sin letras son solo pensamientos sin vida
Hagamos lo que hagamos.
Por eso hoy celebro y doy gracias
A la mayor invención del humano
A la gran celda de palabras
Al colosal diccionario.
A la mayor invención del humano
A la gran celda de palabras
Al colosal diccionario.
viernes, 29 de mayo de 2015
Melodía nocturna
Cálida noche;
Descansando en el regazo
Del lago que balancea
Tu reflejo difuminado
Descansando en el regazo
Del lago que balancea
Tu reflejo difuminado
El silencio tan solo es roto
Por el suave silbido de la brisa
Que acaricia con ternura
A las nubes que pasan sin prisa
Dulce
arrullo
Del río solitario
Que descansa en la noche
Tranquilo, pausado.
Del río solitario
Que descansa en la noche
Tranquilo, pausado.
Triste canción
A la luz de la luna
Solemne himno
De la
vida nocturna
Cuyo regazo del lago,
Cuya brisa de ternura,
Cuyas nubes pasajeras,
Cuyo río de llanura
Siguen su cauce
Con o sin canción alguna
Pues no necesitan melodías
Cuyo regazo del lago,
Cuya brisa de ternura,
Cuyas nubes pasajeras,
Cuyo río de llanura
Siguen su cauce
Con o sin canción alguna
Pues no necesitan melodías
Que
acompañen la noche oscura.
Oscura
pero cálida
Aguarda en la penumbra
Esperando pacientemente
Conquistar los horizontes
Llenar el cielo de estrellas
Y llenar de amor los corazones.
Aguarda en la penumbra
Esperando pacientemente
Conquistar los horizontes
Llenar el cielo de estrellas
Y llenar de amor los corazones.
Oda a mi hermano
Desde que nací
Nunca estuve sola
Sí, tenía a mi padre y a mi madre
Pero estoy hablando de otra cosa.
Nunca estuve sola
Sí, tenía a mi padre y a mi madre
Pero estoy hablando de otra cosa.
Con él puedo hablar
Tranquila y sin limitaciones
Sé que nada va a contar
Sobre mis deseos y mis opiniones.
Tranquila y sin limitaciones
Sé que nada va a contar
Sobre mis deseos y mis opiniones.
Avispado como las rosas
Listo como el clavel
Dulce como las amapolas
Estoy hablado de él.
Listo como el clavel
Dulce como las amapolas
Estoy hablado de él.
En silencio me acompaña
Vaya donde vaya.
No estará a mi lado físicamente
Pero sí en mi corazón permanentemente.
Vaya donde vaya.
No estará a mi lado físicamente
Pero sí en mi corazón permanentemente.
Es mi confidente
Mi libro de información
Es el mejor amigo
Que la vida jamás me dio.
Mi libro de información
Es el mejor amigo
Que la vida jamás me dio.
Es familia de sangre
Y me acompaña de la mano
Es sabio e inteligente
Estoy hablando de mi hermano.
Y me acompaña de la mano
Es sabio e inteligente
Estoy hablando de mi hermano.
domingo, 22 de febrero de 2015
Poema de la cometa
Poema de la cometa
DEL AÑO PASADO, EN VERANO
La cometa vuela ágil
sobre la verde colina
y el viento en la altura
a su alrededor se arremolina.
Cuando la cometa está triste
sale a volar de un salto
y alejada de los problemas
puede pasar un buen rato.
Es que en lo alto del cielo
los problemas, pequeños parecen.
Y con la fresca brisa
los miedos desaparecen.
sábado, 21 de febrero de 2015
La historia de Blanca Capítulo 5
Capítulo
5: Una historia, una lección.
El caso
es que no me contó su historia del paracaídas, y
eso que yo
tenía cara de
quiero saber más sobre eso. Prefirió contarme lo que tenía preparado. Así comenzó su relato:
- Cuando yo
tenía más o
menos tu edad
iba a una escuela que ahora es una
biblioteca y una
buena amiga mía
llamada Catalina, un día no vino
a clase. Era
la primera vez
que faltaba en los últimos
cinco años, y
aquella vez fue
porque su hermano
tenía las chinas
y se las
había pegado a ella,
así que, como
comprenderás, nos preocupó bastante
que no viniera
ese día. Ni tampoco
vino al día
siguiente, ni el otro,
ni el otro. Al
cabo de unas
semanas me la
encontré por la
calle y le
pregunté por qué
no había venido
todo ese tiempo
a clase y
me dijo que era porque
ya no quería
ir más al
cole. Y como
ya sabía leer
y escribir, sumar,
restar, multiplicar y
dividir sus padres
no pusieron ningún
inconveniente.
Yo estaba de
buen humor, porque
estaba empezando a
pensar que no
tenía sentido eso
de no ir al cole
si no te
gusta, pero aquella historia
me estaba dando
la razón y
me aclaraba que
yo no era
la única que
pensaba así.
El anciano
prosiguió:
- Pasaron
los años y
cuando fuimos mayores
todos hicimos nuestro
sueño realidad; mi
amigo Antonio fue escritor, Lorena pianista,
Pepito fue pintor
y yo paracaidista. Todos éramos
muy felices, todos menos Catalina.
Ella, al
no estudiar y no ir
al cole, no pudo
ser diseñadora de
moda, que era lo que
ella quería, y
tuvo que ser
ama de casa
durante mucho tiempo,
y ese es
un trabajo bastante
duro. Hace unos
años decidió volver
a estudiar, y
el año pasado
terminó cuarto de la E.S.O.
Y ahora cada
vez que me
ve me dice: "Ay,
me arrepiento cada
día de haber
dejado el cole,
amigo." Y se
sigue arrepintiendo.
Vaya. Vaya, vaya, vaya. Me quedé tan
embobada como mi
madre cuando está muy preocupada y
no sabe qué
hacer.
Debe de
ser genético, porque a mi abuela le
pasa igual, pero
la razón es
distinta. A ella
le ocurre cuando
ve a su
perrita acurrucarse en los
jerséis que se
trae a mi
casa cuando viene
en invierno de
visita. Es verla
y quedarse ahí
con la baba
por fuera durante
un rato, hasta
acaba aburriéndose porque
la “Dumbi,” que
es el nombre
de su cachorrita, se queda
dormida.
Bueno, el caso es
que después de
pensarlo un poco dije:

Bueno,
pues mi madre
se empezaba a
preocupar porque yo no había
llegado a casa.
Así que se
puso a buscarme por
todo el barrio.
Al cabo de
un rato, cansada de buscar, se
sentó a tomarse
algo, y entonces me
vio. Sí, era
yo la que
salía de la
escuela con mi
maleta, hablando con
Sofía sobre la
redacción que nos
habían mandado de
deberes. Mi madre
me abrazó muy
fuerte.
Yo
le expliqué todo
lo que había
pasado, y después me fui a
casa del anciano. ¿Para qué?
Te preguntarás. Pues
para escribir esta historia
en su máquina de
escribir, para que
todo el mundo
que pensara como
yo pensaba antes
pudiera leerla y
cambiar su opinión
del mundo, de ese
mundo que yo
creía que era
la más importante
y con más
poder, sin pensar
en sus consecuencias. Después
de un par
de días trabajando
en esta historia,
he conseguido terminarla.
Sólo me faltaba
Un título. Pero... ¿Cuál? Llevo
días pensando, y tras
consultar a mi
profe Margarita, a
mi madre, a
Sofía y a
Juan, el anciano,
he decidido llamarla “La
historia de Blanca”,
una niña especial.
Ya
sé que dije
que terminaría la
historia con un
colorín colorado, pero
tengo prisa, que
me tengo que
ir al cole,
y no quiero
que mi relato
sea uno del
montón. Así que voy
a terminar con
algo bonito, para
no quedar mal. Y puede que
para ti esto sea
un cuento, un
relato o una
historia, e incluso
sólo un papel.
Pero para mí
es algo más,
es sin duda
alguna, mi gran
tesoro.
Trabajo realizado por
Amanda Rodríguez Machín
martes, 17 de febrero de 2015
La historia de Blanca Capítulo 4
Capitulo 4: Una nueva amistad.
Aquella figura dejó la oscuridad y
fue descubierta por la luz del
día. Resultó que
solo era un anciano con gafas
y cabello blanco. Respiré
aliviada. El señor me preguntó
mi nombre y
después de responderle, él añadió:

Yo me quedé callada. No me esperaba esa pregunta y no
sabía si decirle la verdad
o mentirle. Al final le expliqué con voz
entrecortada, porque me daba un poco de vergüenza decírselo
a aquel desconocido, que había
decidido no ir más al cole porque no
me gustaba. La verdad, después de decirlo en voz alta me pareció una
razón un poco
absurda, pero mantuve firme mi
idea.
El anciano me dijo con voz un poco preocupada:



Yo asentí y le seguí a
una de las casas más bonitas que había visto en mi vida por Valencia, y
resultó estar en un sendero que salía de la plaza.
Al entrar me di cuenta de que en ese
lugar había objetos que sólo había visto
en películas: una máquina de escribir,
candelabros de oro, libros con
fechas de hace cientos de años y fotos
en blanco y negro de un joven junto a
unos aviones y con un paracaídas
desplegado.
Continuará...
sábado, 14 de febrero de 2015
La historia de Blanca Capítulo 3
Capitulo
3: ¿Dónde están mis amigos?
Me
preguntaba dónde estaban
mis amigos, y
por un momento
pensé en llamar a
la madre de
Sofía. Por si no
lo sabías, Sofía es
mi mejor amiga. Tiene
la misma edad que yo, pero es más bajita.
Además, tiene una melena rubia
muy larga y
unos ojos azules muy
pequeños. A diferencia de
mí, a
ella le gusta mucho leer y
estudiar, y es muy
responsable y tranquila. Pero nos
llevamos muy bien
y ella me admira
bastante, lo que
es muy raro, porque
yo no soy
exactamente un ejemplo
a seguir, y
no me suele admirar
mucha gente que
digamos.
Pero el
caso es que me
quité de la cabeza
la idea de
llamar a su madre, porque
es muy gruñona
y no le cae bien
casi nadie. Recuerdo
que un día
mi madre se la encontró en
el Mercadona, que es donde compran todas las madres que conozco, la
saludó y ella en vez de responder
soltó un bufido y se
fue a la sección de los lácteos.
Entonces
caí en la
cuenta de que Sofía
no se había
rebelado como yo,
ni ninguno de mis
amigos, así que todos estarían en
clase, haciendo cuentas y leyendo
libros educativos. Los
pobrecitos, allí encerrados sin
saber lo que es la libertad.
Salí
de la casa y me
senté en
uno de los
viejos bancos de
la plaza. No sabía
qué hacer. En ese
momento, por primera vez en toda la
mañana vi a alguien.
Una figura oscura se acercaba a mí.
Continuará...
Continuará...
martes, 10 de febrero de 2015
La historia de Blanca Capítulo 2
Capitulo 2: Por las calles de mi barrio.
Efectivamente,
era muy temprano, ni siquiera había cola
en la panadería “Un rincón de harina y dulces”, que está al lado
de mi casa. Yo doblé
la esquina y me
paré en seco. Me aseguré de que nadie
miraba y moví a un lado unos tablones de madera, que dejaron a la
vista una callejuela muy estrecha y antigua, con viejas casas sin
reformar a ambos lados.
Era un camino que
descubrí con mis amigos un día, pero casi nadie sabe que existe, así que
preferimos dejar los tablones colocados como
los encontramos para mantener
aquel callejón secreto en secreto.
Yo ya había ido por ahí muchas veces, y había
descubierto que llevaba a una pequeña plaza con una
fuente muy bonita y
unos bancos. Alrededor de la plaza había otras casas
deshabitadas pero imposibles de entrar, todas excepto una. Esa
casa había sido elegida como
punto de reunión entre
mis amigos y
yo para vernos.
Así, cuando estábamos aburridos
íbamos allí a
esperar por si venía alguno de nosotros
y jugar. Yo
entré por la puerta de
atrás, que es por
donde a mí me
gusta entrar. Es
que si entras
por la puerta
principal no tiene
emoción, y yo
para vivir necesito
que me entré el
gusanillo de la
aventura, si no me
quedo con un
vacío por dentro.
La casa
estaba llena de
polvo, como siempre. Ninguno de nosotros
nos habíamos molestado en limpiarlo nunca.
Subí por las
rechinantes escaleras de
caracol al piso
de arriba: no había
nadie. Me asomé a
la única ventana
que no está tapiada y
contemplé las calles de Albal,
que es donde vivo yo, en
Valencia. Es un
lugar muy bonito, con
calles muy antiguas
y parques con carriles
bici, y es una
zona muy tranquila
por donde a la gente le
gusta pasear.
Es
un lugar encantador.
Continuará...
Continuará...
sábado, 7 de febrero de 2015
La historia de Blanca Capítulo 1
5-10-13
Esta historia
fue inspirada en un gran
tesoro que se
encontró hace mucho
tiempo (exactamente el viernes pasado).Un tesoro que
era el más bonito jamás
descubierto en el mundo: un tesoro lleno
de recuerdos, anécdotas y poesías que a
mí y
mis compañeros nos asombraron con su belleza. De hecho, a mí me impresionó tanto
que he elegido una letra de
máquina de escribir. Incluso
he escrito una
historia relacionada con lo que
nos dijeron aquellos ancianos
de su infancia
y juventud.
Pero ya
es hora de
que se cuente
el cuento por
donde empiezan todas las historias,
con las palabras erase una vez
al principio y un colorín
colorado al final.
Capitulo 1: No quiero ir al cole
Erase
una vez una niña de
12 años recién cumplidos, alta y
delgada, de cabello castaño y ojos
verdes. Era muy inteligente,
pero también orgullosa y caprichosa. Además no le gustaba
estudiar. Resulta que esa niña soy yo.
Me llamo Blanca, aunque mi madre suele
llamarme Blanquita.
Una mañana de septiembre mi
madre me despertó muy
temprano y me
recordó que ese día empezaba el cole.
Yo ni me acordaba, el verano se me había pasado muy rápido, pero tampoco me importaba, porque había estado pensando y había
decidido no ir más al cole.
- Pero... - intentó responder cautelosamente ella, ya que sabía que yo puedo llegar a ser muy irritante y
testaruda si me lo propongo.
Yo me negué
rotundamente y me vestí, no para ir al
cole, sino para darme
una vuelta por el barrio, mientras que mi madre estaba ahí
hipnotizada sin saber que decir. Mucha gente se
asustaría al verla así, pero
yo la conocía muy
bien y sabía que
le pasaba muchas veces cuando
estaba muy preocupada y
no sabía qué
hacer, y se quedaba
embobada mirando al infinito.
Y tú te podías ir
tranquilamente, que ella no enteraba.
Me
hice un bocadillo que metí en
mi mochila de la
escuela, porque ya no la iba
a usar para ir allí y me
largué. Debía de ser muy
temprano, porque al bajar las
escaleras del tercer piso, que es el mío, al portal
no vi a mis vecinos peleándose.
Eso es muy raro, porque mis vecinos
se pelean todos los días por la mañana,
ya sea porque el
perro del señor del primero
esta ladrando o
porque las hijas
de la joven del segundo están
saltando a la comba y el ruido se escucha
por todo el
edificio. O el del
cuarto, que siempre discute
con la señora de la limpieza, o
puede que simplemente se peleen
por la cáscara de un huevo.
Pero el caso es que nunca
paran.
|
Esto suele ser entre las siete y media y las ocho, así que o bien los habían raptado a todos por armar tanto jaleo o todavía estaban durmiendo. No sé
por qué pero me daba
en la nariz que más bien era la segunda opción.
Y yo seguí por
mi camino hasta la puerta del edificio.
Continuará...
domingo, 4 de mayo de 2014
El día de la madre.
( Dedicado a Maite, mi mamá.)
A una madre se la conoce
por su forma de dar cariño,
por su forma de cuidarnos
y de arroparnos, cuando hace frío.
Y es que, en todo momento
los niños tienen atención,
y las madres, sin embargo,
tan sólo un día de admiración.
Aunque nadie se lo diga,
yo sé que todos piensan:
¡Ay, qué buenas las madres!
!Ay, qué haríamos sin ellas!
Y hoy todos los niños
a todas las madres que hubo,
a todas, se lo agradecemos,
a todas las madres del mundo.

en un día tan especial
a todas este poema
aunque les debemos mucho más.
Por ser trabajadoras,
por ser buenas personas
y porque, a pesar de nuestras locuras,
ellas siempre nos perdonan.
Un trabajo tan duro
y a la vez tan divertido,
a veces insoportable,
pero lleno de cariño.
Y por eso hoy lo decimos,
que hay que decirlo a veces:
feliz día de la madre,
que, sinceramente, te mereces.
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